Cómo bañar a un recién nacido
¿Estás lista para darle el primer baño a tu bebé? Es posible que tengas algunas dudas sobre cómo hacerlo correctamente. Da clic en nuestros artículos Todo lo que necesitas saber sobre bañeras para bebé y Seguridad del niño en el baño y diviértanse juntos en esta experiencia.
Es bueno saber que el primer baño del bebé realmente es un logro, pero ¿cuándo dárselo? y ¿cómo bañar a un recién nacido? Estas son algunas dudas de todos los padres primerizos. Limpiar a un pequeño resbaladizo, y a veces llorando, requiere práctica, así que relájate, cada vez será más fácil y verás que pronto aprenderá a disfrutar y jugar en el agua.
Bien, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que el primer baño del bebé sea hasta 24 horas después de su nacimiento, o bien, recomienda esperar al menos 6 horas si no es posible que se deje pasar un día completo por motivos culturales.
¿Con qué frecuencia debes bañar a tu bebé?
Si bien, no existe un momento perfecto para bañar a tu bebé, esto será tu decisión. Considera elegir un momento en el que sea menos probable que te interrumpan y cuando tu bebé esté tranquilo.
Elige un pañal para recién nacidos con un indicador de humedad, esto es increíblemente útil, sobre todo en las primeras semanas mientras controlamos de cerca los pañales de un recién nacido.
Ahora, debes considerar que a menos que haya regurgitado o se haya manchado, el recién nacido no se ensucia mucho; así que tres veces a la semana es probablemente suficiente, siempre que mantengas el área del pañal bien limpia y laves sus manos, cuello y rostro varias veces al día.
Cómo bañar con esponja a tu recién nacido
Antes de que se caiga el cordón umbilical (entre 10 días y 3 semanas después del nacimiento), la mejor opción es bañar a tu bebé recién nacido con una esponja para evitar que se moje el cordón. Te mostramos cómo:
Acuéstalo sobre una superficie suave y lisa (puede ser sobre una toalla limpia). Ten a mano un recipiente con agua tibia y una esponja o paño.
Mantén a tu bebé envuelto calentito y saca una extremidad por vez para lavarla.
Seca con toques suaves de una toalla el área húmeda y comienza con la otra extremidad.
Si accidentalmente se moja el cordón umbilical, simplemente usa una toalla para secarlo con suavidad. Conoce más del cuidado del cordón umbilical.
El gran baño
Una vez que el cordón se cayó, tu bebé está listo para un baño real en la bañera, en el fregadero (lavamanos) o en la bañera para recién nacidos. En cualquiera de los casos, cubre el fondo con una toalla para que sea más suave y menos resbaladizo. También es bueno que tengas a otra persona cerca para que te ayude a sostener a tu pequeño resbaloso.
Te recomendamos reunir antes todo lo que vas a usar para que no tengas que preocuparte durante el baño.
Te damos esta lista simple:
Una toalla grande con capucha
Una esponja o paño suave
Pompones de algodón
Jabón para bebé o jabón para bañera
Un cepillo o peine para bebé
Solo necesitarás aproximadamente 5 centímetros de agua tibia para dar a tu bebé un baño efectivo. Intenta colocar un paño tibio sobre su vientre para evitar que le dé frío.
Es recomendable elegir un pañal que contenga un indicador de humedad para los recién nacidos, esto para estar más al pendiente con los pañales y así mismo es recomendable hacerlo en las primeras semanas ya que sería más útil.
Estos primeros baños no deben ser muy prolongados ni minuciosos, pero deben ser efectivos: sostén el cuerpo del bebé con firmeza, pero con suavidad mientras limpias la piel del recién nacido y cualquier rastro de suciedad o piel desprendida que se haya acumulado. Tendrás que sostener su cabeza y espalda mientras lo lavas. Entretanto, presta especial atención a:
La zona del pañal
Las manos, los pies y entre los dedos de pies y manos
Los pliegues en la parte posterior de las rodillas, el cuello y los muslos
El rostro; si se ha acumulado suciedad alrededor de los ojos, usa un pompón de algodón para limpiarlo
Axilas: aquí se puede acumular pelusa de su ropita
Detrás de las orejas
Cuidados del cabello y la cabecita
No todos los bebés nacen con la cabeza llena de cabello, pero si el tuyo sí tiene cabellito, lávalo con un champú para bebés suave, según sea necesario. Simplemente lava la cabeza, aplicando un poquito de champú, masajeando delicadamente y déjalo asentarse por un breve tiempo mientras lo bañas. Considera lavar el cabello al final para que tu pequeño no tenga contacto con agua enjabonada.
Temperatura del agua para el baño del bebé
Recuerda que la piel de tu pequeño es más sensible que la tuya y es importante cuidar su temperatura corporal, así que considera que el agua del baño que se sienta bien para ti, será demasiado caliente para él. Antes de poner a tu recién nacido cerca del agua, pruébala con la parte posterior de tu muñeca o codo: estas áreas son más sensibles al calor que tu mano. El agua debe sentirse tibia, pero no caliente.
Finalmente, no te sorprendas si tu bebé llora durante sus primeros baños, solo está reaccionando a una sensación desconocida. Mantén la temperatura ambiente cálida, el agua del baño placentera y cálmalo con caricias y canciones. Pronto aprenderá a disfrutar de la hora del baño.
Fuentes
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